miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nota publicada en Analisisdigital.com.ar sobre el caso del "Pulguita", lo que en Colón no se dice...

“El joven Joan “Pulguita” Saucedo estaba por cumplir 18 años cuando fue asesinado a quemarropa por un individuo conocido por estar ligado al negocio de los estupefacientes y ser allegado a un legislador del oficialismo. El caso provocó conmoción en una amplia barriada de la ciudad de Colón y particular indignación por el accionar policial, con marcadas desprolijidades. Lo único que se espera es que el caso no quede impune, por el hecho de que el poder pueda meter la cola.”

El pasado miércoles 25 de noviembre, en los medios de información de la ciudad de Colón se publicó que un joven, que en el día de su muerte se encontraba cumpliendo 18 años, fue asesinado por un vecino “supuestamente cansado de que el adolescente perturbaba su vida tranquila” (según publicó el periódico El Entre Ríos de Colón en la edición del viernes 27 de noviembre, página 4, nota firmada por Alberto Pierotti).
Cerca de las 21 horas, Joan Manuel “Pulguita” Saucedo, se dirigió a la casa de Raúl Gabriel Ortiz (37 años) a comprarle $100 de merca, para festejar su cumpleaños.
“Pulguita” estaba cumpliendo la mayoría de edad y esperaba el momento para internarse y ser tratado por su adicción a las drogas. “Era la última vez que iba a probar la cocaína, iba a festejar su cumpleaños así, con la última dosis. Hacía 4 meses que no consumía”, comentaron sus allegados.
“Pulguita” se encontró con Ortiz en la calle, frente al domicilio de este último (Leguizamón y Bernard) y ambos comenzaron una discusión, debido a que Ortiz se negó a venderle los estupefacientes.
Saucedo, al recibir la negativa del vendedor amenazó al “Chato” (sobrenombre popular de Ortiz) con decir todo lo que hacían.
Luego de la discusión que se dio entre la vereda de la casa de Ortiz y la calle, “El Chato” ingresó a su vivienda a buscar un revólver calibre 32 corto y efectuó un disparo desde adentro de la misma rompiendo un vidrio de la ventana, según testigos del hecho. Enseguida del primer disparo, Ortiz se dirigió hacia la vereda y disparó tres veces sobre el pecho de “Pulguita” quien cayó muerto instantáneamente *.
El hermano de Saucedo. Testigo del hecho, cuando “Pulguita” cae muerto, se acerca a asistirlo y también es atacado por Ortiz, que le disparó las balas restantes del tambor.
En el momento de la discusión, antes de los disparos, Sandro Coronel (padrastro de Saucedo) había llamado a la policía dos veces para que se hicieran presentes.
Cuando llegó el móvil de Investigaciones de la policía Departamental de Colón, Ortiz cargó nuevamente el arma, delante de los efectivos, y realizó más disparos que impactaron en algunas viviendas **.
En ese instante llegaron al lugar, otro móvil policial y una ambulancia que trasladó el cuerpo de Saucedo al Hospital San Benjamín.
Los efectivos intentaban dialogar con Ortiz, pero en ningún momento lo desarmaron o redujeron. Se hizo presente otro patrullero, en el que se conducía el Subjefe Departamental, Comisario Inspector Mario Leonángeli quien se encargó de “negociar” con el asesino, durante media hora, para que se entregara.
Para ese momento más de 50 personas del Barrio habían rodeado la casa y arrojaban piedras. Recién cuando su hermano llegó al lugar, Ortiz accedió entregarle a él el arma y acompañar a los efectivos a la Jefatura. En ningún momento fue esposado.
Los vecinos que se encontraban enardecidos por el hecho, manifestaron que Ortíz era el “transa” de la zona y que solía andar armado. También expresaron que “Pulguita” era un conocido ladrón y adicto.
Debido a la constante tensión y al miedo, la familia de “Pulguita” se tuvo que mudar del barrio. La familia de Ortíz todavía permanece en su casa, con permanente custodia policial.

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