jueves, 1 de octubre de 2009

La Resistencia


En la Argentina de los K pedir alimentos, becas, programas sociales, trabajo y recomposición se transformó en demandar represión.
El viernes pasado fueron apaleados los trabajadores de Kraft y ayer como para seguir con la política del palo duro, los aborígenes que se sentaron en la plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno en Resistencia (Chaco), recibieron golpes de los 500 policías que desalojaron el espacio público.
Lo que reclamaban los aborígenes no era ni más ni menos, que lo prometido por Jorge Capitanich (que por cierto hizo valer su apellido con la acción) el gobernador de la provincia, en plena campaña.
El gobierno de Capitanich, principal aliado de los K dijo al respecto: “Para Resistencia sería nefasto que la plaza central se convierta en una gran villa y se consoliden las construcciones de las actuales carpas”.
Los manifestantes tomaban mate sentados y habían colocado algunas carpas para combatir al clima.
Después del nefasto desalojo y accionar de los perros de la estancia, fueron encarcelados 60 manifestantes.
Vale recordar que en la última campaña todos los candidatos a gobernadores, tuvieron como slogan impulsar el subsidio para asistir a la pobreza en el país, principalmente a los niños.
En el país productor la desnutrición infantil es un penoso transitar, que cuando se recuerdan las promesas se apalean, como el caso de Capitanich

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