sábado, 2 de julio de 2011
[SIN TITULO: reflexiones sobre las muertes anunciadas...]
[SIN TITULO: reflexiones sobre las muertes anunciadas...]
El día lunes 27 de junio nos levantamos con la triste noticia de la muerte de un adolescente, oriundo de uno de los barrios más desfavorecidos económicamente de nuestra ciudad, la cual se produce por una riña entre (según los medios locales) “bandas” de los barrios.
Ese mismo día, por la noche, el centro de nuestra ciudad, fue “tomado” por cerca de 30 adolescentes pidiendo justicia por su amigo muerto frente a ellos, jóvenes de no mas de 16 años, que han tenido que vivenciar por segunda vez en dos años la muerte de un par de su barrio. La bronca e indignación, la falta de respuestas a la pregunta ¿Por qué?, y hasta también el miedo, los hizo cortar la calle y prender fuego basura, mientras nuestros vecinos, inconmovibles, no hacían más que desviar la mirada o quejarse por no poder transitar con su auto por la calle que creen propia, vecinos que lamentablemente no conocen de Colón más que las cuatro calles que recorren y forman el cuadrado que los encierra.
Las voces de estos chicos pedían justicia, y la de los adultos dejaban escuchar su bronca por la situación de los inmigrantes en sus barrios, echando culpas a los mismos por su condición de tales, así como también al gobierno municipal por permitir su estancia allí.
Lamentablemente frente a estas situaciones surge como siempre una lucha histórica: “pobres contra pobres”, la cual no permite una reflexión mayor respecto de lo que se esconde detrás de esta muerte y luchas.
Los medios locales, el gobierno municipal, y los vecinos del centro, no profundizan el debate de una cuestión que nos es propia, y que se trata de la creciente proliferación de barrios “humildes”, sin acceso a servicios públicos, en donde las demandas por su derecho a vivir en un medio ambiente saludable es cada vez menos escuchada y más vulnerada, en donde son muchas las instituciones, Ongs. y agrupaciones partidarias que visitan su barrio, sus casas, se inmiscuyen en sus vidas explicando y dando cátedra de lo que “hay que hacer” o haciendo, sin preguntar si es esto lo que ellos quieren o les interesa.
Nosotros nos preguntamos, y esperamos comenzar aquí la reflexión:
¿Estos derechos vulnerados no hacen a la violencia?
¿Qué relación existe entre la creciente “inversión” turística y el crecimiento de los barrios en situación de precariedad y la inmigración en nuestra ciudad?
¿Qué imagen vendemos al exterior y cuál es el Colón real?
Los grandes centros turísticos del país, poseen esta misma problemática, Córdoba, Bariloche, Mar del Plata, grandes cinturones de pobreza rodean periféricamente dichas ciudades.
¿Es a ese tipo de turismo al que apuntamos?, ¿aquel que genera riqueza para unos pocos, que piden y solicitan mano de obra barata, que luego de utilizarla y explotarla, la expulsa, dejando familias enteras a la deriva?
Mientras tanto, un adolescente muere en un barrio, en manos de un joven, también victima de la dinámica de la burguesía local; hoy ya toda la ciudad sólo cree que fue una pelea entre bandas, muchos culpan convencidos a los inmigrantes, y la reflexión queda ahí, ocultando un por qué mayor que otros muchos no quieren que se piense.
¿Cuándo nos vamos a permitir pensar distinto?
[Agr. Hacha y Tiza!]
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En momentos de dudas siempre me auxilia la idea de que hay que "pensar al Che". Ojalá sea también una guía para ustedes y sigan como hasta ahora. Con mucho cariño. Marcelo
ResponderEliminarGracias Marcelo, nosotros pensamos desde el Che, pero también desde otros maestros de la emancipación. Gracias por los deseo y cómo dicta nuestra columna: si el presente es de lucha, el futuro es nuestro!
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