jueves, 17 de noviembre de 2011

[Porque estamos a favor de la vida, apoyamos la Ley de Interrupción Voluntaria]


En estos días, en el congreso de la nación se encuentra en debate un proyecto de ley que, en caso de poseer una sanción favorable, abrirá los primeros pasos para un cambio social y cultural de nuestro país., hablamos, claro, de la ley de “Interrupción voluntaria del embarazo”.
Bien sabemos que una ley, es letra muerta si no la llenamos de contenido, por eso nos debemos un debate acerca del tema, pero además creemos que como sociedad nos debemos un debate acerca de la actual Penalización de la interrupción voluntaria del embarazo en nuestro país, esa que muchos aún defienden y la cual no ha logrado hasta ahora salvar ninguna vida.
La ley penal interviene para sancionar cuando la interrupción ya ha sido realizada, no es preventiva, no evita que se realicen abortos, ni que mueran mujeres por recurrir a una intervención clandestina (más de 500 mujeres mueren al año en Argentina por estas intervenciones); reconociendo que en la desigualdad social en la que vivimos, son las mujeres desfavorecidas económicamente las que sufren y mueren por abortos realizados en la clandestinidad; ya que quienes poseen un nivel socioeconómico alto, realizan dichas intervenciones en clínicas privadas y con profesionales idóneos.
Otra de las consecuencias más grandes que acarrea la penalización de la interrupción voluntaria del embarazo es la consideración de la mujer que así lo decide como una “delincuente”, lo cual acarrea consecuencias sociales como discriminación y maltrato verbal a quienes concurren a hospitales a fin de ser atendidas en condiciones de pos-interrupción del embarazo.
Por tanto reconocemos a estas como problemáticas sociales y culturales de la cual como Estado debemos responsabilizarnos.
Reconociendo además que las directivas de las confesiones religiosas no pueden ni deben ser colocadas por encima del derecho de libre decisión de las personas, sobre todo cuando esas decisiones se vinculan con la sexualidad y la reproducción humana.
Es necesario un Estado que no imponga reglas desde una teología moral, y ejecute políticas públicas para habitantes de distintas creencias religiosas así como también para quienes no las tienen.
“En la sociedad laica tienen acogida las creencias religiosas en cuanto derecho de quienes las asumen pero no como deber que pueda imponerse a nadie”…
Las religiones pueden decretar para orientar a sus creyentes que conductas son pecado, pero no están facultadas para establecer que debe o no ser considerado legalmente delito, o las conductas sexuales que las personas deben o no llevar adelante y sus métodos anticonceptivos.
Por tanto, cuando no debatimos acerca de lo que significa la penalización del aborto hoy, estamos permitiendo que cientos de mujeres mueran por intervenciones clandestinas, que otras miles sean discriminadas y sufran un castigo social al respecto. A los que aun defienden la penalización, les pedimos que lean la el proyecto de ley que hoy estamos discutiendo, ya los que apostamos a la Interrupción voluntaria del embarazo, comencemos a proponer la discusión en cada esquina, en cada institución en cada charla…que el debate se arme, llenemos de contenido esta ley, esta es una de las maneras en que estaremos aportando a ese cambio social y cultural por el que luchamos.

Porque creemos que hay debates pendientes
Porque apostamos a la Educación
Porque apostamos a la Prevención
Y porque realmente apostamos a la Vida…
“Ni una mujer menos, Educación Sexual e interrupción voluntaria del embarazo legal”

[Agrupación Hacha y Tiza!]
agr.hachaytiza@gmail.com
http://agrhachaytiza.blogspot.com/
En Facebook: Agrupación Hachaytiza

Fuente: Fundamentos del proyecto de ley “Interrupción Voluntaria del Embarazo, Expediente: 0998-D-2010” presentado en el Congreso de la Nación