lunes, 14 de marzo de 2011

[LA FELICIDAD que se hizo bolsa: Una opinión sobre la situación de los trabajadores de OSATO-Colón]


En los buenos tiempos, el buen patrón te palmea la espalda,
En las buenas se hacían las cenas de fin de año, te pagaban el 20 y el 5 cada quincena, sin falta y con precisión oriental.
El buen patrón te regalaba las leches todos los viernes, te daban buena ropa y te trataba siempre con una sonrisa. No te pagaba mucho, pero estabas contento y cada tanto ligabas un premio. Eso si fidelidad de buen obrero para el buen patrón.
Pero un día empezó a cambiar, eran cada vez menos, se fueron algunos de acá unos, otros de allá. Pero hay que ponerle el hombro a “mi” fábrica.
Una vez se pudrió todo , te debían cuatro meses y te tenían a cuentos chinos, el buen patrón se transformo en el patrón .
Esto no es cuestión de una persona o de su voluntad. Esto funciona así compañero, usted le dio las mejores horas de su vida y hoy te dejan en la calle. El buen patrón no existe ni en este ni en ningún caso. El patrón es patrón y el obrero es obrero y cuando no le servís se olvidan de todo, por que así es el capitalismo, así funciona. Es hora de sacarse de encima a estos tipos. Vos sabes extruir , cortar armar hacer folios y carpetas, reciclar, ordenar y vender. No los necesitamos, no los necesitas.
¡No queremos otra fábrica cerrada por la inoperancia de los patrones! ¡No queremos otro Swift! ¡No queremos familias angustiadas porque a otro no le cierran lo$ num€roS!